Ignacio Perullini
Me Llamo Ignacio, nací en Capital Federal, Argentina, y desde muy chico mi madre me enseñaba distintas técnicas de masajes para que la ayudase con sus malestares. Disfrutaba mucho del contacto manual y de aliviar sus dolencias, al menos desde el contacto con amor. Esos momentos fueron la base que me llevó de grande a estudiar fisioterapia (USAL).
Mientras estudiaba mi madre me acercó la autobiografía de un osteópata norteamericano, «Tu médico interno y tú», que me transmitió su experiencia de manera emocionante. A raíz de esto entendí que quería ayudar de manera profunda y potente, decidí que quería ser osteópata.
Después de cuatro años de recibido y de trabajar con niños neurológicos comencé a estudiar osteopatía (Fulcrum) justo después de mi primer curso de meditación Vipassana. Ese mismo año también conozco a mi compañera de vida. Es así como a mis 27 años tuvieron lugar tres ejes centrales que marcaron mi vida y aún continúan presentes.
Al finalizar la carrera decidimos mudarnos a una ciudad del interior, Tandil, para vivir más tranquilos y en contacto con la naturaleza. Allí nacen Ulises y Guadalupe, quienes abren otra dimensión del amor en nuestras vidas.
En los últimos años me formé en biodinámica que profundiza mi identidad profesional al integrar la meditación al trabajo, ya que el estado de presencia es la base hacia la profundidad terapéutica y al cambio holístico del paciente.
Espero continuar compartiendo los beneficios de esta hermosa profesión ahora en este bello lugar, Málaga, que nos recibe con mucha calidez. Me siento honrado y agradecido de poder acompañar en Hèmera el proceso de autosanación de quienes buscan alinearse con la vida.